Último zar de Rusia, con quien se extinguió la dinastía Romanov (San Petersburgo, 1868 - Yekaterimburgo, 1918). Accedió al Trono en 1894, sucediendo a su padre, Alejandro III. En general siguió la política autocrática de su antecesor.
En el aspecto político no destaco lo suficiente pero si en su ámbito familiar, este era considerado como un gran padre y una excelente persona.
Los problemas empiezan a surgir en la IGM cuando
Nicolás II abdicó y se dejó detener sin ofrecer resistencia frente al gobierno provisional de Lvov y Kerenski. Fue confinado junto con el resto de la familia real en la localidad de Yekaterimburgo (actual Sverdlovsk), en los Urales; tras el triunfo de la segunda Revolución rusa de 1917 (la Revolución de octubre), que llevó al poder a los bolcheviques de Lenin y dio paso a una dictadura comunista, el zar fue ejecutado junto con toda su familia, por decisión del Sóviet del Ural.